The Blue






Azul de Mar

Si sientes la necesidad de preguntarte qué es lo que tienes con un chico, seguramente es porque no tienes nada con ese chico; nada en el sentido que quisieras tenerlo. Es muy simple, si te quiere te lo dice, si no es que no. No hay rollos ni complicaciones y no es que no le atraigas en algún sentido pero el veredicto final es un sí o un no muy claros. Por lo menos es lo que hasta el momento mi experiencia me ha dicho...

El muy tradicional domingo familiar en la Narvarte era un hecho. Mis menos queridos tíos estaban por llegar a casa de mi madre, y yo refugiada desde hace dos meses en ese lugar por enfermedad, no tenia de otra mas que pasar un mal rato o salir de ahí lo mas pronto posible. Entré al famoso mundo de los "amigos" buscando cualquier opción que exhibiera una mínima gracia y lo veo en la lista de online.

Habíamos platicado un par de veces y aunque al principio me mereció la idea de que fuera poco menos que un stalker, sus post de pseudointelectual zen-melómano me causaban curiosidad. Así que le escribí que era tiempo de ese café que me había ofrecido con anterioridad y me invito a un helado. He de confesar que aunque me pareció de lo mas adolescente también me agrado la idea, después de todo tenía un corazón de niña y un par de gustos pequeñoburgueses confesados orgullosamente. Orgullosamente por la confesión, no por lo pequeñoburgues.

Platicamos del Poliamor y de las razones por las que me interesaba y por las que no, y evidentemente esa conversación llevo a muchos otros temas y anécdotas privadas. Muy decididamente con un encanto ñoño me invito a su departamento para una copa de vino. Insiste en pagar por mi helado y por el vino. Yo lo dejo.

[Este gesto siempre lo he evitado, incluso con los hombres que mas me han atraido. Pero era diferente. ¿Estaba creciendo? ¿Dejando de crecer? ¿Aceptando el rol "femenino"? No exactamente, en realidad era que no estaba sintiendo presión, no tenía expectativas ni prejuicios de lo que pudiera suceder y de alguna manera me estaba dejando consentir por el momento]

Como buena cotilla inspeccione su departamento; lindo, de dos pisos y espacios curiosos. Su colección de música y libros me encanto, creo que en ese preciso momento me "enamore" de el. Era de mis gustos mas culposos porque buscaba hombres que me enseñaran de música y de cosas, que les apasionara un tema y me quisieran compartir de el; pero en casi nulas ocaciones me pasaba con una congénere. Para ser sincera, pocas mujeres me han parecido interesantes y la mayoría de ellas ya no están con nosotros. Es de las dos razones que tengo para no convertirme en lesbiana, la otra es, por supuesto, el pene.

[Aunque la verdad no creo en la homosexualidad, me parece tan ficticia como la heterosexualidad y aquí viene todo un tema posmoderno sobre la diversidad y lo natural que de cuando en cuando logro ordenar en mi cabecita loca].

Subimos a su habitación después de unos besos bastante húmedos, yo que soy tan débil con el alcohol solo llevaba media copa. La verdad es que me divertí, que me sentí comoda como pocas veces, relajada y como en casa. La verdad es que el dijo cosas que no debió decir, porque después de esa noche, yo quería mas, no en el sentido de la formalidad pero si de la frecuencia y el no. Como dicen las finísimas Ultrasónicas: "No es que yo no sea una puta es que corres el peligro de que yo a ti si te quiera".

Busque mi ropa por la habitación, una pulsera perdida en acción y mi bolso. Me preguntó si eso quería decir que ya me iba, le respondí que si. Me acompaño a la salida y se ofreció amablemente a llevarme a casa. Respondí que no, todavía tenia que estar conmigo antes de volver a estar con alguien. Así que camino tranquilamente haciendo la ruta de cinco cuadras un poco mas larga.

"Azul de mar sin vergüenza, intenso y pacífico... como esa noche".

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"Todo lo que se creía permanente y perenne se esfuma, lo santo es profanado, y, al fin, el hombre se ve constreñido, por la fuerza de las cosas, a contemplar con mirada fría su vida y sus relaciones con los demás"
Karl Marx en el Manifiesto del Partido Comunista