Dicen que las españolas cuando besan, besan de verdad y no les interesa besar por frivolidad… Bueno no soy española, y a través de los años he besado a unos cuantos españoles y hombres de algunas otras nacionalidades por frivolidad y no me ha parecido del todo mal. El caso es que cada vez es más difícil que esos besos se acerquen al corazón y me es especialmente confuso que a los incautos receptores y emisores de estos besos les sigan pareciendo “apasionados”. ¿Será acaso entonces que nunca he dado un beso de verdad y por eso siguen “sintiéndose” igual aunque emocionalmente se sientan más que vacíos? Los sigo disfrutando físicamente, pero simplemente no es igual. ¿Será que son lo mismo? Acaso… ¡¿Existen los besos de verdad?! Los que te hacen sentir mariposas en el estómago, las piernas temblar y suspirar sin cesar…
Ese viernes por la noche no tenía muchas ganas de salir de casa, me habían invitado a una fiesta en la que conocía al anfitrión de solo unos días antes y a nadie más; incluso deje “por error” mi bolso en casa y tuve que volver por él antes de finalmente dirigirme a la reunión (es curioso como a lo largo de los años conforme vas creciendo los cumpleaños dejan de ser las únicas fiestas a las que asistes y después dejas de asistir a fiestas para ir a “reuniones” más serias). El caso es que mis amigas de siempre me habían dejado sola. ¿O no las había querido invitar? No recuerdo... Así que llegue como siempre después de media noche lo que ya se había convertido en una tradición de las GFN (Girls Friday Nights) entre mis amigas y yo; toque el timbre, subí al departamento y salude a todos con mucha naturalidad, toda una adulta pensé después.
Inmediatamente una cara cautivo mi atención. Me senté en una mesa del comedor donde estaban dos nigerianos, un ruso y cuatro mexicanos (como de chiste ¿no?) tomando y platicando civilizadamente. Inmediatamente me ofrecieron una copa de vino tinto y empecé a conversar. Dos de los mexicanos eran una pareja de músicos, pianista y cantante, una pareja hecha en los cielos de Bach y el hard rock y para estar a tono le platique a ella sobre una increíble maestra de canto con la que por azares del destino había tomado clases el año pasado y el “chico de la cara cautivante” entro en la conversación, yo estaba demasiado cansada para jugar a “sexy” así que continúe platicando normalmente. Mientras la noche transcurría, la dinámica se tornaba bizarra cuando todos comenzamos a bailar en la sala música dance de principios de los 90as.
En un intento por arreglar una bocina empotrada en la pared, inesperadamente quede detrás del “chico de la cara cautivante”, volteo y ¡me beso! ¡Wow! Sus labios apretaban tan ¡bien!, fuerte pero lindo… seguro. El resto de la velada busque sus labios, quería volver a sentir ese disfrute y sorpresa más y más. Finalmente quedamos el anfitrión (mi amigo y roommate del “chico de la cara cautivante”) con una chica, él y yo; y entonces, sentados en el sofá comenzamos un beso que me pareció duró más de media hora, ¡increíble! En una etapa de mi vida en la que pensaba que ya no había muchas “primera vez” para mí, ahí estaba yo, en el sur de la ciudad, besando a un desconocido ocho años mayor que yo y sintiéndolo como nunca en mi vida… el primer beso más perfecto que había tenido. La historia continúo en su habitación pero no siguió tan bien. Mi compulsión por “aclarar” todo desde el “principio” frustro el primero y la posibilidad de otros encuentros. Salí corriendo unas horas después y solo alcance a darle una palmada en el brazo y decirle “mucho gusto, adiós”.
Evidentemente no fue un beso de amor, que es a lo que usualmente nos referimos con un beso de verdad, pero me di cuenta de que por lo menos hay una tercera categoría, que son los besos que realmente disfrutamos, los que realmente queremos dar aunque todavía no exista un sentimiento que los intensifique. Pero ¡Hey! de que otra manera se puede empezar una historia de verdadero amor sin una de intensa pasión. ¿O no? Así que seguiré dando besos, no frívolos, no de “verdad”; besos “cautivadores” que disfrute de verdad y mantengan mi atención, hasta que posiblemente se den los besos de “amor verdadero”.
Frivolous or Spanish
kisses?
They say that when Spanish women kiss, they kiss seriously, and they’re not interested in kissing frivolously. Well, I'm not a Spanish woman and through the years, I've kissed a few Spanish men– and other nationalities, for that matter– out of frivolousness. It hasn’t seemed so bad. The fact is that it is increasingly difficult for these kisses to reach my heart and it is especially confusing to me that the unwary recipients and senders of these kisses perceive them as "passionate". Could it be then that I have never given a real kiss, and therefore they continue to "feel" the same when emotionally they feel so empty? I enjoy them physically, but it’s just not the same. Could it be that all kisses are the same? Do real, butterfly-inducing, earth-shaking, passionate kisses, exist?!
That Friday night, I was not eager to leave the house. I had been invited to a party where I met the host only for a few days before and knew no one else. I even left "by mistake" my purse at home and I had to return for it before heading to the gathering (it's funny how over the years, birthday parties are replaced by club parties and club parties by more grown-up parties). Anyway, what happened is that my girlfriends had bailed on me –or had I not wanted to invite them?– I don’t remember... So, as always, I arrived after midnight, what had become a tradition among my friends and I, followers of GFN (Girls Friday Nights); ringing the doorbell, I entered the apartment and greeted everyone in a very natural way, very adult!, I thought later.
Immediately a face captured my attention. I sat in the dining room table were two Nigerians, one Russian and four Mexicans were drinking (sounds like a joke, right?). I was immediately offered a glass of red wine and easily joined the conversation. Two of the Mexicans were musicians, pianist and singer, a match made in Bach and rock and roll heavens, and to get it step with them I told them the story of how, in a twist of fate, I had taken classes with an incredible vocal teacher last year. The "boy of the captivating face" entered the conversation… I was too tired to “play sexy" so I continued talking normally. As the night wore on, the dynamics became bizarre when we all began to dance early 90’s dance music in the living room.
In an attempt to fix a speaker on the wall, the "boy of the captivating face” had his back turned to me. Suddenly, he turned around and kissed me! Wow! His lips tightened so well!, Strong but gentle ... so confident! The rest of the evening I searched for his lips, I wanted to feel the joy and surprise all over again, more and more. Finally, the only remaining partyers were the host (who was also roommate of “the boy of the captivating face”) with a girl, and he and I. Then, sitting on the couch we began a kiss that seemed lasted over half an hour. Amazing! In a stage in my life when I thought there were not many "first times" left for me, there I was, in the south of the city, kissing a stranger eight years older than me, feeling like never before in my life ... the more perfect first kiss I'd had. The story continues in his bedroom but does not turn out as well. My compulsion to clarify everything from the "beginning" frustrated the first and possibility of future encounters. I left in a hurry a few hours later and could only give him a pat on the arm and say, "Nice to meet you, goodbye."
Obviously it wasn´t a kiss of love, what it usually meant by a “real” kiss, but at least I realized there is a third category, which is kissing when you really enjoy it. Those kisses which you really want to give even when there isn´t a feeling that intensified them yet. But Hey! How else can a true love story start without a story of intense passion? Right? So I'll keep kissing, not frivolously, not "truly", but in a "captivating" way that I really enjoy and that keeps my attention, until the possibility of the kiss of "true love" arrives.
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